Vito Iacono: "Me hago a un lado: la envidia, el odio y los juegos de poder sórdidos han matado el espíritu del Forio Basket".

Con profunda tristeza y palabras cargadas de dolor, Vito Iacono anuncia su decisión de retirarse del baloncesto. No se trata de una renuncia repentina, sino de una decisión madurada con el tiempo, inevitable en un clima contaminado por la malicia, la envidia y los intereses mezquinos. Su salida viene acompañada de una denuncia contundente y directa: ataques personales, conspiraciones encubiertas orquestadas por políticos y líderes locales, una campaña sistemática de deslegitimación que culmina en la creación de un nuevo club cimentado sobre su trabajo, su pasión y la historia del Forio Basket.
No es solo cansancio, es desilusión. Es negarse a permanecer en un entorno donde el deporte se traiciona, se usa y se vende. Donde años de sacrificio se intercambian por promesas de bar, paquetes de café y patrocinadores convenientes. Iacono se niega a permitir que el baloncesto se convierta en moneda de cambio, una herramienta para ambiciones personales, un terreno de disputas familiares o ajustes de cuentas políticos.
Su partida es un acto de ruptura. Un grito de dignidad. Una clara crítica a quienes han transformado un proyecto deportivo en un espacio de poder, menospreciando los valores fundacionales del deporte. Y al hacerse a un lado, Iacono confía sus palabras a una carta que es mucho más que una despedida: es una página de verdad incómoda, una que deja huella.
Dejo el baloncesto. Estoy cansado, y creo que es un deber que tengo con mi familia, con los amigos que me han apoyado durante años, conmigo mismo y también con Forio Basket y el baloncesto.
No tiene nada que ver con los recientes actos vergonzosos de enriquecimiento gratuito, la violencia física y verbal sufrida, las circunstancias que me han contado a lo largo de los años, y nuevamente en las últimas semanas, un ex alcalde, un concejal, candidatos de los partidos políticas adversas, habrían con el tiempo conspirado para "deshacerse de mí" con promesas de "dinero y patrocinadores" y no tiene nada que ver con la circunstancia de que mientras yo confiaba mi cansancio a amigos, otros, en vez de apoyar a una persona cansada, juntaban papeles, documentos hasta formular la indicación del presidente de montar una nueva empresa.
Como si Forio Basket y la pasión y los valores y las batallas por el derecho al deporte y el deporte en sí fueran algo que se pudiera comprar, intercambiar o usar, olvidando que Forio Basket es una historia importante de victorias, derrotas, errores, grandes logros, grandes decepciones y sacrificios, de mujeres y hombres que hoy ya no están con nosotros, una historia de pasión y amor que vale un poco más que un par de paquetes de cápsulas de café o la promesa de una veintena de patrocinadores.
Una decisión que llevaba tiempo considerando, y que algunos confidentes consideraron un error. Quienes me conocen saben que cuando tengo algo que decir, no necesito embajadores. Pensé y esperé que al menos me quedara el poder de decidir cuándo y cómo decirlo. Más violencia.
Creí haber sembrado, al menos en el deporte, pasión, amor, buenos sentimientos y en cambio descubrí que albergaban envidia, frustración, celos, pero también odio, resentimiento, en nombre de quién sabe qué ambición enfermiza, puesta sobre sí mismo o sobre sus hijos.
Estos sentimientos invaden a las familias, a otros clubes deportivos y a los entrenadores a quienes también queríamos confiar la formación y el desarrollo de nuestros atletas en el futuro.
Claro que esto no es una despedida, pero creo que necesito descansar y desintoxicarme de todo esto. Para alguien que siempre ha considerado el deporte como una forma de conocer, aprender y desarrollar a nuestros jóvenes, para alguien que ha creído y cree en el deporte como un valor social y cívico —y espero haber logrado transmitir estos valores al menos a una pequeña parte de nuestros atletas—, esto es realmente demasiado.
Repito, esto no tiene nada que ver con mi decisión de irme, al menos por ahora, pero es lamentable que esté tomando esta decisión con arrepentimiento por lo sucedido.
Lo cierto es que a alguien se le ha ocurrido, y no sólo en el baloncesto, invadir el recinto y contaminar los lugares sagrados de la educación y el crecimiento de nuestra juventud, la cancha, el banquillo, el vestuario, el grupo de equipo que hoy a veces se convierte también en grupo wa.
Bastaría con permanecer en la grada y seguir discretamente desde la puerta el crecimiento de nuestros hijos, al menos deportivamente, sin tener que insultar y ofender necesariamente a los jóvenes adversarios o a los árbitros o criticar al entrenador o al compañero que no pasa el balón, o al propio club.
También crecen gracias a los errores arbitrales, al mal posicionamiento de los jóvenes rivales, a los errores de sus compañeros o a las decisiones del entrenador o del club.
Lo importante es aprender a ser plenamente conscientes de nuestros propios errores, de nuestras propias limitaciones, así como de la presunción abrumadora de ser mejores que los demás, ¡porque eso es lo que nos han dicho!
Esperaba el momento oportuno para renovar nuestra membresía e inscribir al primer equipo en la Serie C tras la increíble trayectoria del año pasado gracias a nuestro entrenador, el equipo técnico y los jugadores. Esperaba el momento oportuno para consolidar nuestra colaboración técnica con otros clubes de baloncesto para impulsar el crecimiento de nuestro talento, excluyendo a quienes se retiran e intentan la habitual campaña de fichajes vergonzosa y ofensiva, socavando así los sacrificios y el tiempo que nuestros entrenadores dedican a esos jugadores que intentan "atrapar" mezquinamente. Esperaba la posibilidad de fundar un club deportivo con el Real Forio para, al menos, compartir la gestión logística y organizativa con los primeros equipos.
La reafiliación y el registro son un hecho, la colaboración con Isolaverde está en marcha y conversamos brevemente sobre el club deportivo con el presidente del Real Forio. Espero que surjan oportunidades para explorar y profundizar en las posibilidades de colaboración.
La semana que viene se celebrará la habitual reunión pública de Forio Basket para compartir, como siempre, con quien lo desee, nuestras intenciones, objetivos y organización. Esta vez, la organización tendrá que prescindir de mi innecesaria presencia, pero contará con las mejores habilidades técnicas y de gestión comprometidas con escribir nuevas páginas memorables en la hermosa historia de Forio Basket. Es mi deber.
Obviamente, me iré lo antes posible, pero no hasta estar seguro de que todo está en orden y todos están satisfechos, incluyendo mi renuncia. Será positivo para Forio Basketball, que ya no sufrirá discriminación política ni empresarial.
Gracias a todos los atletas, entrenadores, directivos, patrocinadores y a todos los que han contribuido de forma fundamental a la vida de Forio Basket. Gracias a los padres que han depositado su confianza en Forio Basket, con la esperanza de haberles devuelto mejores hijos. Pero sobre todo, les pido disculpas por haber abusado de la paciencia de todos, por haberme excedido con mis habituales arrebatos, y gracias por soportarlos. Les pido disculpas por mis limitaciones organizativas y los sacrificios que a veces les he obligado a soportar.
No me arrepiento ni un segundo de mi dedicación a Forio Basket a lo largo de los años, aunque todo ha sido tan costoso, tanto sacrificio para mi familia, tanto tiempo y energía que les hemos quitado, algo que jamás podremos recuperar. Y es a ellos, sobre todo, a quienes les debo mis disculpas y, sobre todo, mi agradecimiento.
Il Dispari